Mi nombre es Daniela, pero pueden decirme Dai.
Mi primer recuerdo de estar leyendo data de cuando tenía alrededor de 4 años, ojeando una revista de historietas del Pato Donald en mi habitación. Mi mamá, desde la habitación contigua, me advertía que escuchaba como yo pasaba las páginas y que me fuera a dormir de una buena vez.
Esas revistas semanales de Disney resultaron ser el boleto a dos grandes pasiones para mí: el arte (o el dibujo, si se quiere) y la lectura.
Las puertas más grandes siempre tienen las llaves más sencillas.
En mi casa si algo abundó siempre fueron los libros. Mis amigas y compañeras que visitaban nuestro departamento siempre se asombraban de la cantidad de libros que teníamos en el comedor y en mi habitación. Lo mismo era en la casa de mi abuela materna, donde prácticamente me crié. Mi abuelo era miembro del Club del Libro.
De chica siempre leía cuanto caía en mis manos (a veces con alguna que otra sorpresa desagradable para mi tierna edad) pero con el tiempo aprendí a ser más selectiva. Y con selectiva no me refiero a vivir de grandes obras de la literatura. Nada más alejado de la realidad.
Mis lecturas se basan en aquello que me divierte, me interesa, logra atraparme y sacarme un poco de rutina. Actualmente libros de terror, suspenso, novela negra, etc. Me da igual quien sea el autor.
¿Por qué lo de "Ladrona de Libros"? No por el libro homónimo ciertamente (que no he leído aún, pero he visto la película y es una historia excelente) sino porque, con cierta culpa, los libros que puedo aspirar a leer por el momento son aquellos que puedo descargar de manera gratuita. Discúlpame mundo, pero los libros se han vuelto un lujo al que no puedo acceder sino es en este formato: no tengo trabajo, crío a un niño y estoy construyendo mi casa. Cualquier cosa que supere los $100.- y no sea de vital importancia pasa a segundo, tercer o cuarto plano.
Tengo que agradecer a mi mamá, que me adelantó el que sería mi regalo de Navidad de este año dándome la tablet gracias a la cual pude retomar mi pasión por la lectura y desde la que escribo ahora mismo (lo cual es algo impráctico, pido perdón por algún dedazo que puedan llegar a encontrar).
En este blog planeo ir reseñando lo que voy leyendo a medida que lo hago, y los invito a intercambiar opiniones y recomendaciones de libros :)
Nos vemos pronto,
Dai.-
Mi primer recuerdo de estar leyendo data de cuando tenía alrededor de 4 años, ojeando una revista de historietas del Pato Donald en mi habitación. Mi mamá, desde la habitación contigua, me advertía que escuchaba como yo pasaba las páginas y que me fuera a dormir de una buena vez.
Esas revistas semanales de Disney resultaron ser el boleto a dos grandes pasiones para mí: el arte (o el dibujo, si se quiere) y la lectura.
Las puertas más grandes siempre tienen las llaves más sencillas.
En mi casa si algo abundó siempre fueron los libros. Mis amigas y compañeras que visitaban nuestro departamento siempre se asombraban de la cantidad de libros que teníamos en el comedor y en mi habitación. Lo mismo era en la casa de mi abuela materna, donde prácticamente me crié. Mi abuelo era miembro del Club del Libro.
De chica siempre leía cuanto caía en mis manos (a veces con alguna que otra sorpresa desagradable para mi tierna edad) pero con el tiempo aprendí a ser más selectiva. Y con selectiva no me refiero a vivir de grandes obras de la literatura. Nada más alejado de la realidad.
Mis lecturas se basan en aquello que me divierte, me interesa, logra atraparme y sacarme un poco de rutina. Actualmente libros de terror, suspenso, novela negra, etc. Me da igual quien sea el autor.
¿Por qué lo de "Ladrona de Libros"? No por el libro homónimo ciertamente (que no he leído aún, pero he visto la película y es una historia excelente) sino porque, con cierta culpa, los libros que puedo aspirar a leer por el momento son aquellos que puedo descargar de manera gratuita. Discúlpame mundo, pero los libros se han vuelto un lujo al que no puedo acceder sino es en este formato: no tengo trabajo, crío a un niño y estoy construyendo mi casa. Cualquier cosa que supere los $100.- y no sea de vital importancia pasa a segundo, tercer o cuarto plano.
Tengo que agradecer a mi mamá, que me adelantó el que sería mi regalo de Navidad de este año dándome la tablet gracias a la cual pude retomar mi pasión por la lectura y desde la que escribo ahora mismo (lo cual es algo impráctico, pido perdón por algún dedazo que puedan llegar a encontrar).
En este blog planeo ir reseñando lo que voy leyendo a medida que lo hago, y los invito a intercambiar opiniones y recomendaciones de libros :)
Nos vemos pronto,
Dai.-
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